Compruebe los amortiguadores.
Asegúrese de que no presenten fugas de aceite.
Compruebe los bujes.
Si hubiera componentes sueltos o grietas en las piezas de goma, esto indicaría que están desgastadas.
Compruebe la rótula.
Asegúrese de que no haya grietas en la cubierta antipolvo ni exceso de juego en su carcasa.
Un sonido de golpeteo al tomar una curva sería el signo más habitual de una rótula defectuosa.
Observe el funcionamiento de las ruedas.
Si el coche se desvía de su trayectoria y el ángulo del volante ha disminuido, inspeccione minuciosamente la mangueta de dirección.
Compruebe los brazos, prestando especial atención a sus sujeciones y juntas.
Compruebe el sistema de dirección.
Si nota que el volante se tambalea y oye sonidos poco habituales, revise las barras de dirección y las rótulas de dirección.
Si ha logrado localizar el problema siguiendo estos pasos, simplemente realice la sustitución de la pieza defectuosa. De no ser así, deberá ponerse en contacto con un servicio de reparación.